Diferencia entre acondicionador y mascarilla
En la actualidad podemos encontrar una gran cantidad de productos para el cuidado del cabello en el mercado. Los serums son cada vez más populares, también hay exfoliantes para el cuero cabelludo, selladores de puntas o ampollas revitalizantes destinadas a recuperar el brillo perdido.
Lo que nunca pasa de moda y se hace esencial en el mantenimiento de cualquier melena que se precie es el acondicionador y, con él, también la mascarilla capilar. No son productos nuevos, aunque sí se presentan con fórmulas cada vez más personalizadas y con propiedades para todos los gustos.
Incluirlos en la rutina es una garantía de éxito, pero, ¿sabes cómo se aplica cada uno de ellos?, ¿conoces la diferencia entre el acondicionador y la mascarilla? Hay una gran cantidad de personas que confunden estos dos productos o desconocen sus características diferenciales. Por eso, en este artículo te lo vamos a aclarar todo.
¿Qué son el acondicionador y la mascarilla?
Vamos a empezar por lo más básico que es definir cada uno de estos productos para saber lo que significan. De esta forma, puedes enterarte mejor de lo que realmente estás comprando cuando vas a la droguería o el supermercado.
El acondicionador
El acondicionador es un producto para el cabello que se aplica habitualmente con el pelo húmedo y consigue cambiar su textura. Cuando se aplica, permite peinar y desenredar los mechones con mucha más facilidad, por eso se llama coloquialmente suavizante.
La mascarilla
Las mascarillas son tratamientos capilares a base de aceites esenciales y otros ingredientes que aportan propiedades beneficiosas para el cabello. Con ellas se obtiene una mayor hidratación, brillo, fortaleza y nutrición.
Las diferencias entre acondicionador y mascarilla
Las definiciones de cada uno de estos productos ya nos pueden ofrecer pistas sobre lo diferentes que son. Sin embargo, esto no queda ahí, pues la mascarilla y el acondicionador tienen misiones diversas, métodos de aplicación que difieren e incluso texturas que no son idénticas. Te exponemos todas las diferencias que hay entre estos dos productos.
La función
- Acondicionador. Un buen acondicionador conseguirá reducir considerablemente el encrespamiento del pelo, lo hará más manejable, brillante y fácil de peinar. Es un producto que minimiza las roturas del cabello cuando se está desenredando.
- Mascarilla. Este producto lo que proporciona a la melena es nutrición e hidratación, con ello, puede reparar las fibras dañadas del cabello e incluso sellar las puntas que están abiertas.
El orden de aplicación
El orden de aplicación también es diferente, es más, al contrario de lo que muchas personas piensan, es adecuado emplear los dos productos en la misma rutina. Uno no sustituye al otro, pues hemos visto que tienen funciones que son dispares. Hay que usar primero el champú para limpiar el cabello y que este pueda absorber correctamente las propiedades de los productos. Después se pone el acondicionador, se aclara el pelo y, por último, se finaliza con la mascarilla.
La textura
- Acondicionador. Es una crema mucho más cremosa y sedosa que los champús, aunque se hace bastante ligera. De hecho, verás que es menos espesa que cualquier mascarilla.
- Mascarilla. Suele llevar aceites esenciales e ingredientes más densos, por lo que se prenda como una pasta untuosa y más compacta que el acondicionador.
La frecuencia de uso
- Acondicionador. El acondicionador debes aplicarlo cada vez que pongas un pie en la ducha, independientemente de que te laves el pelo o no lo hagas. De hecho, permite mejorar la textura y retirar la suciedad superficial en muchos casos. Con él vas a evitar romper el pelo cuando lo peines y, por suerte, no te va a engrasar ni ensuciar: todo lo contrario.
- Mascarilla. El uso de la mascarilla va a ser mucho más espaciado, pues la media se debe situar en una vez por semana. Esto va a depender mucho del tipo de cabello, pues las personas que tienen un pelo difícil o muy seco tendrán que usarla más a menudo para hidratarlo, mientras que los cabellos con tendencia grasa estarán mejor si espacian más la aplicación.
El tiempo de exposición
En este sentido hay algunas diferencias según el tipo de producto y su formulación. Lo interesante siempre es contrastar las indicaciones del fabricante y seguirlas al pie de la letra. No obstante, los acondicionadores son productos rutinarios que suelen hacer efecto es cuestión de un minuto, mientras que las mascarillas van a necesitar habitualmente entre 3 y 5 minutos como mínimo para penetrar bien y arrojar los resultados esperados.
Aplicación y enjuague
La aplicación del acondicionador puede ser en todo el cabello porque no hay riesgo de que se engrase y, en ambos casos, es conveniente aclarar con agua muy abundante hasta no dejar rastro del producto. La mascarilla se puede aplicar por un tiempo más prolongado para obtener resultados más intensos, hay algunas que permiten pasar toda la noche con ellas puestas para trabajar en profundidad.
El efecto obtenido
- Acondicionador. El acondicionador suaviza el pelo de una forma totalmente inmediata y te permite peinarlo con facilidad justo después de su aplicación.
- Mascarilla. La mascarilla hace un trabajo de fondo que va saliendo a la luz con el uso frecuente y con el paso del tiempo. El efecto será el de un pelo más sano en general, hidratado y nutrido.
Escoger los productos más adecuados para el cabello
El mundo de los acondicionadores y las mascarillas es de lo más extenso y dentro de estos productos hay muchas variantes que se centran en aportar algo en concreto a cada cabello. Para escoger un buen acondicionador es imprescindible centrarse en el tipo de cabello y apostar por el que se formula para él, por ejemplo, para cabello seco, encrespado o teñido.
Escoger una mascarilla puede ser algo más complejo, ya que las hay para nutrición, hidratación intensa, reparación o volumen. Muchas personas tienen un par de ellas que van alternando, dando una semana un extra de hidratación y a la siguiente un efecto reparador. Esta puede ser una excelente técnica.
Para ver los resultados que ofrecen en realidad es importante no ser demasiado impacientes. Los cosméticos para el cabello suelen funcionar mejor cuando tienen espacio para actuar y cuando se espera a que sus formulaciones den sus frutos. Lo ideal es esperar varios meses para contrastar si has dado con la combinación más adecuada para ti y no guiarte por la primera experiencia.