¿Qué son las carillas dentales? Guía completa
Hay una gran cantidad de tratamientos odontológicos en la actualidad, por lo que muchas personas desconocen las características de muchos de ellos, en qué consisten y en qué casos están más recomendados. Uno de los más habituales consiste en la implementación de carillas dentales, aunque sigue siendo una técnica bastante desconocida para buena parte de los usuarios.
Si estás pensando en ponerte carillas dentales, pero no tienes claro qué son o las confundes con otros tratamientos como los implantes, ¡necesitas esta guía! Aquí te vamos a mostrar qué son exactamente, en que casos se emplean y todo lo que debes conocer para estar bien informado.
¿Qué son las carillas dentales?
Las carillas dentales se enmarcan en lo que se conoce como tratamientos de rehabilitación y de estética odontológica. Con ellas se puede obtener una sonrisa perfecta y con una maravillosa armonía visual, por lo que están altamente demandadas en la actualidad.
Habitualmente, este tratamiento se efectúa por fases, precisamente para garantizar que toda la estructura de la dentadura tenga un buen equilibrio y quede totalmente natural. Lo común es que tengan una buena acogida por parte de los pacientes por los diferentes beneficios que presentan y sus óptimos resultados.
Casos en los que se recomienda poner carillas dentales
Pese a que se trata de un procedimiento con alto componente estético, es importante hacerlo de la mano de profesionales de la odontología. En clínicas especializadas como Aviñó Mira son expertos en esta técnica, por lo que pueden asesorarte sobre ella y analizar si es la mejor solución para ti. Generalmente, está indicada para los siguientes casos:
- Alteraciones de la forma. Casos en los que las piezas dentales tienen pequeñas roturas, desgastes marcados o fisuras.
- Alternaciones del color. Cuando los dientes han perdido su blanco natural a causa de tratamientos odontológicos o por una tinción externa que puede ser producida por alimentos como el café.
- Alternaciones de posición. Hay ciertos casos en los que existen pequeños desvíos de posición en los dientes que se pueden arreglar sin realizar una ortodoncia y permiten ser corregidos con el uso de carillas.
Por el contrario, hay situaciones en las que es altamente desaconsejado emplear las carillas dentales y en las que se recomienda apostar por otro tipo de tratamientos. Son los siguientes:
- Maloclusiones dentarias. Los casos en los que se tiene una mordida que no es eficiente o que no está equilibrada. Lo que puede ocurrir es que se partan con facilidad las carillas a causa de una presión inadecuada.
- Higiene deficiente. Las personas que no tienen una buena higiene dental deben cambiar sus hábitos antes de decantarse por este tratamiento para hacerlo sin riesgos.
- Pérdida de un porcentaje elevado del diente. Las carillas dentales no son lo suficientemente resistentes como para suplir la falta de una pieza dental que se ha perdido en más de un 50%. En estos casos es más favorable realizar un implante con una prótesis.
El proceso de implementación de las carillas dentales
A la hora de colocar las carillas dentales, el profesional debe hacer un estudio previo del caso y un análisis del rostro. Las carillas se pondrán de una forma personalizada en cada paciente y siguiendo sus facciones naturales. Este es el procedimiento a seguir.
Elaboración de modelos de estudio
En primer lugar, se toman medidas de la boca del paciente para elaborar con precisión un modelo de estudio. Estos modelos permiten realizar diferentes pruebas para observar los posibles resultados de las carillas en cada persona particular. De esta forma, los profesionales pueden mostrar de manera fiel cómo quedará en cada caso y el usuario puede matizar cómo lo quiere, haciendo la sonrisa bajo su gusto personal.
Tallado de piezas dentales
La carilla dental actúa como una funda que va a cubrir todo el diente, por lo tanto, es indispensable tallarlo para dejar espacio y que estas se puedan colocar. Se trata de productos muy finos, por lo que es habitual tallar unos pocos milímetros, algo nada perfectible a simple vista, pero que ayudará a hacer un trabajo preciso.
Carillas provisionales
Antes de colocar las carillas definitivas y dejar el trabajo completo, se ponen unas carillas dentales que son profesionales. Estas suelen ser de acrílico y se retiran de forma sencilla.
Proceso de cementado
Mientras tanto, las carillas de porcelana se elaboran a medida y al gusto del paciente en un laboratorio. Cuando estas llegan, se pegan a las piezas dentales originales que ya están talladas con un cemento especial de uso odontológico. Tanto la carilla como el diente se preparan para este proceso con determinados productos y, seguidamente, se fijan de forma definitiva.
Los tipos de carillas dentales
Hay un par de tipos de carillas dentales diferentes según el proceso de colocación, pues cada una de ellas está aconsejada para un tipo de paciente. Son los siguientes:
- Carillas dentales directas. Se trata de carillas que se pueden integrar directamente tras el tallado de las piezas dentales. No necesitan un proceso en el laboratorio y suelen estar elaboradas de composite en lugar de emplear porcelana.
- Carillas dentales indirectas. Son las que se elaboran a medida en un laboratorio tras hacer todo el estudio previo y el proceso de tallado. En la mayoría de los casos, estas muestran resultados más precisos.
Los beneficios de las carillas dentales
Las carillas dentales ofrecen diferentes beneficios desde el punto de vista de la salud y también estético, ya que permiten solucionar problemas variados.
Beneficios para la salud y estética de los dientes
- Solucionan problemas de desgaste en los dientes producidos por patologías como el bruxismo.
- Devuelven el color blanco natural de los dientes.
- Arreglan el problema de las piezas dentales separadas.
- Solucionan los desperfectos ocasionados en el esmalte.
- Mejoran la estética en caso de tener piezas dentales ligeramente torcidas.
- Arreglan las piezas dentales con pequeñas roturas o fisuras.
Beneficios para el usuario
- Facilitan el mantenimiento de una óptima higiene.
- Ofrecen un resultado estético muy favorable.
- Es un tratamiento duradero que puede permanecer intacto incluso 10 años.
- Las sesiones y las diferentes fases del proceso son poco invasivas.
- No causa molestias en la encía, rozaduras o heridas.
- El color de la porcelana no se altera con ingredientes externos.
- La implementación de las carillas es muy sencilla.