¿Qué tipo de crema facial necesito?
El cuidado facial se va convirtiendo en una necesidad conforme el paso de los años comienza a hacer mella. Sin embargo, está recomendado utilizar cremas faciales desde que somos jóvenes para cuidar el rostro, para prevenir el envejecimiento y para ayudarnos a aportar hidratación y luminosidad a nuestra piel. No obstante, a la hora de escoger, puede resultar algo complejo adivinar qué cremas mejor para nuestro cutis, sobre todo si no tenemos demasiado conocimiento sobre este tema.
En el mercado existen gran abanico de posibilidades y un tipo de crema específico para cada tipo de piel o para cada propósito. Así que, con esto en mente, a continuación, venimos a dejar una pequeña guía para conocer los tipos de cremas faciales que existen. Una vez hayamos entendido esto podremos entender qué tipo de piel tenemos y qué crema facial necesitas para tu piel en función de si esta es seca, grasa o mixta y de si quieres tener en consideración otro tipo de aspectos relacionados.
Tipos de cremas faciales
Como bien hemos comentado, son muchos los tipos de crema que podemos encontrar en el mercado y cada uno de estos está recomendado específicamente para uno o varios tipos de pieles para conseguir el mejor efecto. De forma habitual, muchos cosméticos buscan aportar hidratación, luminosidad y vivacidad a la piel, además de absorber el exceso de grasa para ofrecernos una textura lisa y poco brillante.
Sin embargo, es cierto que cada tipo de crema resultará más beneficiosa para un tipo de piel, por lo que a continuación te dejamos una lista con los tipos de cremas faciales que existen, los tipos y sus características para que decidas cuál ellos se adapta mejor a tus necesidades en función de lo que buscas:
- Cremas faciales de hidratación: Estas son las cremas que usamos diariamente y que corresponden a las cremas para pieles secas, para pieles mixtas o para pieles grasas. Dependiendo de a qué categoría pertenece nuestro tipo de piel, escogeremos una u otra; o bien para hidratar más o bien para resecar y evitar que la grasa nos deje la piel brillante. La función principal de este tipo de cremas es la de mejorar el estado de nuestro cutis.
- Cremas antimanchas: Como puedes imaginarte por su propio nombre, hablamos de un tipo de producto que está específicamente recomendado para proteger a nuestra piel de los agentes externos y, sobre todo, del sol. Estas funcionan para eliminar todo tipo de manchas naturales gracias a los componentes que nos ayudan a disminuir la acumulación de melanina. Las cremas antimanchas contienen una alta fórmula en vitamina C. Dentro de este subgrupo también podemos encontrar las que nos protegen del sol y las que están más recomendadas para la edad.
- Crema reafirmante: En esta otra categoría podemos encontrar los productos que están destinados a regenerar los tejidos de la dermis y epidermis y, por lo tanto, que tonifican y alisan la piel. En este caso podemos hablar de todo tipo de cremas que nos ayudan a luchar contra la flacidez, las estrías o las marcas, puesto que generalmente se componen de elastina, colágeno o ácido hialurónico.
- Cremas exfoliantes: Uno de los problemas más comunes en nuestra piel son los poros y los granos que se forman por exceso de grasa y células muertas infectadas. Las cremas exfoliantes, de esta manera, sirven para limpiar esta piel y arrastrar el exceso de suciedad, de modo que nos ayudan a favorecer la regeneración celular. La mayoría de estas cremas exfoliantes utilizan elementos naturales y micropartículas que sirven para rascar la superficie de la piel y ayudarnos a deshacernos de este exceso de partículas muertas.
- Cremas anticelulíticas: De forma habitual, esta suele recomendarse más bien para el cuerpo, pero lo cierto es que en la piel de la cara también podemos utilizar estas cremas siempre y cuando sean específicas para esta parte del cuerpo. Suelen tener carnitina, retinol y cafeína, de modo que nos sirven para avivar la piel y a generar un efecto anticelulítico y antiedad.
- Cremas antiacné: Este último tipo de cremas son las que se recomiendan por profesionales para tratar todo tipo de brotes de acné que nos llevan a aparecer de distintos granos, ya sea por cuestiones de estrés, de edad de crecimiento o por temas hormonales. Existen tratamientos más o menos potentes de cremas anti acné y como comentamos, la mayoría de veces estos se recomiendan por tratamientos médicos.
¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?
Antes de lanzarnos a comprar cremas, lo más importante es conocer cuál es nuestro tipo de piel y, por lo tanto, identificar realmente si contamos con una piel más grasa, más mixta o más seca. Para poder determinar el aspecto de nuestro cutis va a ser importante que sepamos ver si nuestra piel es más bien untuosa, brillante o fina y si, por ejemplo, tras lavarnos la cara la notamos más seca y áspera, o completamente normal.
Si somos capaces de identificar poros en nuestra piel, entonces también podremos tirar más hacia una piel seca o grasa y lo mismo sucede cuando con el cambio de temperatura o al frotarnos la piel notamos que esta se nos irrita con facilidad. Los brotes de acné también nos indicarán una piel más grasa, mientras que, por el contrario, la tirantez o sequedad en la piel nos indicará una piel seca. Las arrugas también son propias de las pieles más secas y menos hidratadas.
Con todo esto, a continuación, te comentamos las características de cada tipo de piel para que puedas observar en cuál de ellas encaja la tuya y con eso claro puedas descubrir qué tipo de crema facial necesitas para tu piel:
- Piel seca: Habitualmente, hablamos de un tipo de piel que tiene tendencia a enrojecerse fácilmente, sobre todo como respuesta a influencias externas como el cambio de temperatura y también que suele picar. De aspecto tenso y escamoso, la piel seca suele partirse, abrirse y marcar las arrugas con más facilidad.
- Piel mixta: Este tipo de piel es una mezcla entre zonas de piel seca y zonas de piel grasa. Es la más común y suele destacar porque alrededor de las zonas de las mejillas y la barbilla suele estar más tirante, mientras que las zonas de la frente y la nariz suelen mostrar más grasa e imperfecciones. Con la piel mixta también podemos encontrar zonas grasosas y de manchas, aunque las mejillas siempre van a ser secas.
- Piel grasa: Una de las características más habituales de la piel grasa es que esta suele ser bastante brillante por todas las zonas de la cara y, de forma general, podemos ver que en ella se marcan tanto los poros como los granos con más facilidad. La piel grasa, al contrario de lo que sucede con la seca, suele estar tersa y muy estirada y en ningún momento presenta zonas escamadas. La piel grasa es aquella en la que en cuanto nos pasemos el dedo por la cara vamos a notar que nos deja la grasa detrás.
- Piel normal: Otra opción que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta es la de aquellas personas que tienen una piel normal, y esta es aquella que no tiene zonas grasas o escamosas, que cuenta con poros finos y que de forma general se muestra elástica. La piel normal nunca va a mostrarse tirante después de lavarla y suele mostrar un cutis uniforme y fino.
- Piel con manchas: Las pieles con muestras de imperfecciones también suelen ser bastante habituales, ya sea o bien por causas acneicas o por temas de la edad. Aunque las pieles con manchas en muchas ocasiones se clasifican directamente como las pieles mixtas, grasas o secas, lo cierto es que pueden comprender un tipo de piel en sí misma. En este tipo de pieles lo que más vamos a observar son los poros grandes, los granos, las zonas con predisposición genética a ver arañas o manchas y aquellas en las que se desarrollan impurezas con más facilidad.
- Piel sensible: Tampoco hay que olvidar las pieles sensibles que, generalmente, suelen asociarse con las pieles más secas. Esto se debe a que este tipo de piel sufrirá a las influencias ambientales como el sol, el calor o el frío con mayor ímpetu y por ejemplo tenderá a estar roja con manchas, seca o podrá sufrir brotes acneicos. También es una piel en la que notamos muchos capilares rotos.
¿Cómo saber qué crema facial necesito?
Una vez que ya hemos comprendido los tipos de pieles que existen en los siguientes, será descubrir qué crema es mejor para mi tipo de piel. Como puedes imaginarte, gracias a todos los estudios dermatológicos existen muchísimas cremas específicas para cada tipo de piel, de modo que siempre que vayamos a comprar veremos las etiquetas que corresponden con el tipo de piel en cada uno de los envases de las cremas.
Esto significa que las pieles grasas tendrán cremas para pieles grasas, mientras que las pieles sensibles contarán con cremas para pieles sensibles, por lo que será fácil distinguir qué tipo de crema usar para cada tipo de piel. Lo más importante en este caso es siempre acudir a marcas de calidad y a tiendas especializadas en el cuidado de la piel en lugar de comprar productos baratos. Nuestra recomendación es que acudas a Académie.es, puesto que ahí podrás encontrar las mejores cremas faciales para todo tipo de pieles. Si además sigues teniendo dudas sobre qué tipo de crema usar en función del tipo de piel, ellos podrán asesorarte sobre cuál escoger.
Recuerda que lo más importante va a ser hidratarte la piel siempre y cuando la tengas seca y equilibrar la grasa en las ocasiones de las pieles más grasas. La piel sensible va a requerir un cuidado especial también y, por tanto, unas cremas concretas; y las pieles con manchas indicios de edad necesitarán otro cuidado específico de otro tipo de cremas, por lo que asegúrate de fijarte siempre en los envases para encontrar el tipo de crema perfecta para tu piel.